Ya no me gustas.

Ni un poco. Ni tus ojos, ni tu sonrisa, ni tu ropa, ni tu olor, ni tu voz, ni tus palabras, ni tu presencia.
YA NO ME GUSTAS. Por fin. Solo me gusta el recuerdo , aquel bueno entre tantos malos que tengo de ti. Me gusta el recuerdo de lo que me hacia sentir tenerte cerca, de lo fuerte que me latía el corazón y lo que me temblaban las piernas, pero nada más.
Lo dije, lo primetí. juré que el día que tuviera el valor para no darme más oportunidades te olvidaría, y tanto que lo hice. No me produces nada, NADA. Eres como esa típica cazadora que tanto te gustó en su día y ahora está arrinconada en un armario, y no provoca nada en tí, nada más que un olor a guardado, un olor a pasado, pasado pisado.
Que felicidad, la de estar segura que no solamente él me ampara, no no, soy yo misma, me amparo yo misma, se que no volvería a caer, se que ya no te voy a querer nunca más. Y estoy segura, porque sé que por mucho que me esfuerce, de ti solo se puede sacar mierda, mierda y dolor.