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Se ríen, hacen bromas, estúpidas bromas, sin gracia, pero se ríen, por que quieren ser graciosos, destacar.
Se lleva ser tonto, suspender, estar orgullosos de ello, emborracharse antes de que se te caigan todos los dientes de leche, sacarse fotos con humo en la boca, y matarse las neuronas es hoy en día una moda. Se lleva sentirse fea y gorda, dar pena, sufrir más que nadie, reírse de los problemas que no son tuyos. Cortarse muñecas, brazos, piernas, es igual de malo que beber y fumar, otra forma de desahogarse dices. Dilatarse orejas, cosa de la que te arrepentirás cuando con cuarenta años te lleguen los lóbulos a los hombros, te arrepentirás de hacerlo por moda.
Agradeces a tus padres dejarte salir hasta las tantas, no rayarte con que estudies, no estarte encima, dejarte libre. Te quejas cuando llegan las notas, te preguntas por que cifras tan bajas, te mereces más dices, pero sabes que no es cierto. No piensas en que pasará cuando acabes el instituto, deseas acabar de una vez, ponerte a trabajar, no te preguntas de que, ni como conseguirlo. Esas personas a las que insultabas y de las que te reías, serán las primeras en pisarte. No piensas más allá del fin de semana, en ser el más malo, el más rebelde, en que no te castiguen cuando las notas lleguen a casa, quizás no lo hagan, que suerte, pensarás.